quarta-feira, 12 de setembro de 2012

Hecho para misión .

 

 

“Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”
MATEO 28:19-20 (NVI)

Cumplir tu misión –traer personas a Dios—es el quinto propósito de Dios para tu vida. Hay varias razones por las que debes tomar en serio esta misión. Continuar la misión de Jesús en la tierra es un mandamiento. La Gran Comisión fue asignada a cada seguidor de Cristo. Quizás tú eres el único cristiano que algunas personas conocerán y tu misión es hablarles de Jesús. Tu misión es un privilegio maravilloso. Aunque es una gran responsabilidad también es un honor increíble ser usado por Dios.
Tu misión es lo mejor que puedes hacer por una persona. Tenemos las buenas nuevas y compartirlas es el acto de bondad más grande que podemos hacer. Tu misión tiene un significado eterno. No podrás hacer ninguna otra cosa que importe tanto como ayudar a las personas a establecer una relación con Dios. Tu misión  da significado a tu vida. No solo una persona va el cielo por tu causa, tu vida no puede considerarse un fracaso. El tiempo de Dios para la conclusión de la historia está vinculado con la culminación de nuestra comisión. Jesús no vendrá hasta que cada una de las personas que Dios quiere que oigan las buenas nuevas las hayan oído.
“Lo más importante es que culmine mi misión, lo obra que el Señor me encomendó”
HECHOS 20:24
(PAR)
Completar tu misión traerá gloria de Dios. La noche antes de ser crucificado, Jesús le dijo al Padre: “Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste” (JUAN 17:4). ¿Podrás decir lo mismo cuando tu vida llegue a su fin? Dios bendice la vida de dedicación a su reino. El secreto para recibir la bendición de Dios es cooperar con su programa para el mundo, se parte de su obra en la tierra.

ser un verdadero cristiano.

Conviertete en un cristiano de clase mundial

 

“Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder salvador y tu plan eterno para la humanidad”
SALMO 67:2
(BAD)
Los cristianos de clase mundial saben que Jesús los salvó para servir y que fueron creados para una misión. Están ansiosos por recibir una asignación particular y se emocionan con el privilegio de ser usados por Dios. Su gozo, su confianza y entusiasmo son contagiosos porque saben que hacen una diferencia.
Jesús les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”
MARCOS 16:15
(NVI)
Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura, Marcos 16:15
Cómo pensar como un cristiano de “clase mundial”
Deja de pensar en ti mismo y piensa en otros. Este cambio es difícil porque estamos por naturaleza absortos en nosotros mismos. La única forma de cambiar este paradigma es dependiendo de Dios momento tras momento.
“Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás”
FILIPENSES 2:4
(NVI)
Cambia de perspectiva local a global. Desde el principio él quiso a los miembros de la familia de cada nación que creó. El primer paso para comenzar a pensar globalmente es orar por países específicos. Consigue un globo terráqueo o mapa del mundo y ora por las naciones por su nombre. Otra forma de desarrollar un pensamiento global es leyendo y viendo las noticias con los ojos de la Gran Comisión. Dondequiera que haya cambios o conflictos, puedes estar seguro de que Dios los usará para atraer a la gente a él. La mejor forma de tener un pensamiento global es enrolarse en un proyecto misionero breve a otro país. No hay sustituto para ello. Una experiencia real en la vida de otra cultura es irremplazable.
Cambia de perspectiva temporal a eterna. Para sacar el mayor provecho a tu vida terrena debes mantener una perspectiva eterna. Eso te impedirá concentrarte en asuntos menores y te ayudará a distinguir entre lo que es urgente y lo que es trascendente. Muchas de las cosas en las que nosotros gastamos nuestras energías no tendrán importancia en un año y por consiguiente mucho menos en la eternidad. No cambies tu vida por cosas temporales. ¿Qué obstáculo estás permitiendo que se levante en el camino de tu misión? ¿Qué te impide ser un cristiano comprometido, de “clase mundial “? Sea lo que sea, quítalo de delante de ti.
“Dejemos a un lado todo lo que nos estorba”
HEBREOS 12:1
(DHH)
“Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder salvador y tu plan eterno para la humanidad”
SALMOS 67:2
(BAD)
Deja las excusas y piensa en formas creativas para cumplir tu comisión. Si quieres ser como Jesús, debes tener un corazón que anhele alcanzar al mundo entero. No puedes sentirte satisfecho solo con que tu familia y tus amigos conozcan a Cristo. Hay más de seis mil millones de personas en la tierra y el Señor quiere encontrar a todos sus hijos perdidos. La Gran Comisión es tu comisión, y hacer tu parte es el secreto para vivir una vida significativa.

pastorjorgecastilho@hotmail.com