quinta-feira, 19 de julho de 2012

¿Por qué, Señor?

                                                                 ¿Por qué, Señor?
Para hacer frente a las pérdidas y reveses de la vida y cuando lo hacen, por lo que surge la pregunta: ¿Por qué, Señor? ¿Por qué yo? De hecho, nunca estamos preparados para los ensayos. Eso es lo que le sucedió a Job También no estaba preparado para tanta miseria a la vez. ¿Y quién lo haría? Entre sus muchos "porqués", uno de ellos era: "¿Por qué me haces un obj...etivo para ti, para mí, para ser pesado?" (Job 7:20).
Job no sabía lo que hoy conocemos a través de la Biblia: Fue presentado como un espectáculo del universo para refutar las acusaciones de Satanás que él sirvió a Dios fuera de interés y que Dios era injusto. Incluso perder todo lo que tenía un día para otro, Job permaneció fiel a Dios. Finalmente, Dios le mostró a Job que él puede usar el sufrimiento para el bien del hombre, convirtiendo sus pruebas en bendiciones.

Cuando el Señor lo ha explicado todo a Job, sintió que su pequeñez ante el Creador y quedó satisfecho. Entonces Dios le dijo a interceder en oración por sus amigos. Mientras oraba, la Biblia dice, "el Señor cambió la suerte de Job," sanar y volver a él en todo lo que tenía dos veces anteriormente.

Dios no ha contestado a Job desde el "por qué" de las cosas que le ocurrieron. Probablemente, Job nunca supo que estaba en el centro de atención del Universo, que se jugará por Dios y Satanás en la lucha entre el bien y el mal. Por lo menos, la Biblia no dice nada al respecto. Pero además, este no es el más importante. Lo más importante es que, en medio de todos los problemas, Job no abandonar la fe y no se rebeló contra Dios.

No es pecado para preguntar sobre el "por qué" de las cosas. Jesús también pidió al Padre: "¿Por qué me has abandonado?" Para nosotros, los seres humanos, lo más importante no es tanto el "qué" sino el "por qué". ¿Cuál es el propósito que Dios tiene el fin de permitir que ciertas cosas nos suceden? ¿Qué lección puedo aprender de mi experiencia? No olvidemos que Dios es capaz de convertir la maldición en bendición, el aparente fracaso en victoria.

REFLEXIÓN: "Sabemos que todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios, a los que son llamados conforme a su propósito" (Romanos 8:28).

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